Estación 77
por Rudy
Wiedmaier
( a Jorge
Teillier en su natalicio 77 )
Cuando de
niño
en mi
pueblo natal
corría para
ver pasar
el tren de
las cinco
con una
ilusión
de raíz y
de destino
yo no sabía
que
nuestros caminos
se
cruzarían un día
y que su
voz verdadera
se haría
propia en mi canto
Yo no
sabía, don Jorge
de sus
dones y revelaciones
hasta que
la vida
me mostró
su gesto más noble
y al
instante siguiente,
su costado
doloroso
Y es que su
canto simple
bruñido en
la nostalgia
de
avellanos, telescopios y susurros
me fue
devolviendo, poco a poco
una parte
de ese pueblo perdido,
de mi casa
y de mis astros
que me
fueron arrebatados para siempre
una oscura
tarde
a la orilla
del camino
¿ Quién es
usted
Jorge
Octavio Teillier ?
Poeta de la
devoción
¿ Qué mágico
secreto lleva,
que lo
siguen los jóvenes, las Alicias y los conejos ?
como a un
príncipe luminoso y desolado
que ya no
espera recompensa
¿ Porqué me
ha dado tanto
a cambio de
casi nada ?
sé que
harto lo he molestado ya
como si
fuera un santo
con mis ruegos
y quebrantos
cuando la
tarde se oscurece
bajo un
cielo tormentoso
cuando el
alma se derrumba
y todo
pierde su destino
a mi lado
lo he sentido
como un
viejo sabio amigo
invisible
de apariencia
pero
poderoso en el abrazo
Yo no sabía
don Jorge
Teillier Sandoval
que la vida
era tan breve
un destello
de milagro
y luego el
silencio incomprensible
¿ Y si vida
y muerte fueran sólo una ilusión ?
el espejo y
el reflejo conjurados
por algún
confundido Dios
si fuera
así,
nada podría
impedir entonces
que nos pudiéramos
reunir
mientras se
suceden las preguntas
una a otra,
sin respuesta
nada podría
impedir
que yo
afine una guitarra
que deje
que el destino escoja
la página
de algún libro suyo
que observe
el vino tras la luz de la vela
como dos
almas similares
que se
necesitan
mutuamente
como la
música al poema
como el
poema al misterio
Así,
aparecerán las notas
que usted
me irá dictando
con
paciencia infinita
y generoso
resplandor
desde el
otro lado del espejo
ese lago
del gran enigma
Aquí estoy,
don Jorge Teillier Sandoval
como un
tímido aprendiz
de
catástrofes y júbilo
aquí estoy
Hábleme,
hábleme por favor
Otra vez
aquí estoy
esperando el viejo tren de las cinco
en el que
viaja usted
aquí estoy
con mi pobreza
y mis
poderes intactos
sentado en
el andén
en mitad
del invierno
en la Estación 77
hábleme por
favor,
otra vez
aquí lo
espero
querido
amigo
para seguir
cantando
antes que
llegue mi hora
y ya sea
demasiado tarde
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